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viernes, 4 de octubre de 2013

ACECHO EN LA OSCURIDAD


Me levanto en la noche, llego hasta el baño sin encender la luz, no quiero despertar a mi marido. A oscuras, sentada en el inodoro percibo unos ojos acechantes que me miran desde el espejo,  el corazón se me acelera, no tiro ni de la cadena. Nerviosa  y a tientas, busco el interruptor de la luz. Un escalofrío recorre mi nuca, me siento desfallecer cuando  una mano toca mi hombro, ahogo un grito... ¡Cariño se te han olvidado las gafas!

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