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sábado, 28 de febrero de 2015

el reloj

Comienza otro día eficiente. Me gusta llegar esos minutos antes a la estación, robados a mi tiempo organizado. Miro al reloj que se vuelve blando, moldeable, y a su través cruza un tren que circula sin vías y hacia arriba; en el que viajo por mares verdes y paisajes amarillos. Hasta que me despierta esa voz estridente: ¡Regent’s Station!. Me coloco la gabardina y la aliso cuidadosamente. Con las arrugas se va mi viaje y retomo el día eficiente.




Nos vemos en la estación


Autora: Teresa Armida

Cada mañana, de lunes a viernes, coincidía con mi vecino, para ir a la estación de cercanías. Enrique tenía la edad de mi padre y un manifiesto problema con la bebida.

Me hacía la encontradiza con él para, disimuladamente, ayudarle a cerrar la puerta de su casa. Era tal el temblor de sus manos que era incapaz de meter la llave en la cerradura. “Trae que cada día ves menos” le decía y ambos echábamos a andar hasta la calle principal que nos llevaba a la estación.

A unos trescientos metros había un bar y él se paraba con la excusa de comprar tabaco, me pedía que yo siguiera caminando y unos minutos después me alcanzaba.

En el torno de entrada de la estación, él ya tenía el pulso firme como para meter el bono en la ranura, la dosis de aguardiente que le tenían preparada en el bar cada mañana era suficiente para mermar aquellos alcohólicos espasmos.

jueves, 26 de febrero de 2015

EN LA ESTACIÓN DE TREN




Por favor, no te vayas… Sin tu presencia no soy nadie.
Te necesito cada noche a mi lado respirando el mismo aire con tu cuerpo como una prolongación del mío.
No voy a ser capaz de seguir adelante y no te lo digo como una amenaza sino como la garantía de que siempre podrás contar con mi amor.
No me dejes. Qué sentido tiene mi vida sin saberte a mi lado…
Me miró con pena, cogió su maleta y se subió al tren.

Autora: Teresa Armida


LA ESTACIÓN DE LA VIDA



Mi pueblo tenía una estación de tren. Cuando el sol suavemente acariciaba los almendros en flor, y las amapolas y margaritas adornaban las cunetas, llegábamos hasta allí en bicicletas. Se divisaba a lo lejos la silueta serpenteando entre los campos verdes de trigo y de centeno, entre centenarios olivares y jóvenes viñedos. Jugábamos a ser mayores, a subirnos a cualquier vagón, a soñar. Hoy intento regresar. Ya no hay parada. Trenes modernos pasan de largo entre los grises polígonos industriales...

miércoles, 25 de febrero de 2015

NÁUFRAGOS



La alegre pandilla que habíamos formado en pocos días, se deshacía. Cada uno volvía a su hogar, a su lugar, a su mundo. Nos habíamos unido, por arte del destino, un pequeño grupo de viajeros; y juntos descubrimos una ciudad nueva, pateando sus calles, compartiendo sus sabores distintos, apreciando las novedades que contenía.
Entre abrazos y besos, en una estación de tren, nos despedimos. Con las emociones exaltadas, prometimos escribirnos, llamarnos, no perder el contacto.
Por supuesto no fue así, Esa pequeña isla había surgido de la nada y se disolvió de nuevo en la nada al volver a pisar tierra firme

lunes, 23 de febrero de 2015

ESTACIÓN DE TREN

Como la pobre Penélope me siento en el andén de la estación y veo subir y bajar a los viajeros. Espero si, pero nadie especial llega en esos vagones.
Un anciano pelea con un bastón y una pequeña maleta para subir los altísimos escalones. Una joven madre corre tras sus niños que juegan a pilla pilla entre la gente. Algunas familias se reencuentran y se saludan de forma efusiva y otras apenas se saludan con un movimiento de cejas. La fauna sigue unas pautas, van llegando poco a poco o de golpe y de repente todos se marchan y me quedo sola en el andén.

¡Hay que ver lo mala que es la Sole!

Autora: Teresa Armida



El tema para escribir esta semana es "ESTACIÓN DE TREN".

sábado, 21 de febrero de 2015

PERDIDO EN EL ABISMO

Creí en los mundos que dibujabas tras la dulzura de tus palabras. Utilizaste la ingenua poesía de mi piel para agazaparme en tu eterna osadía. Inocente de mi inexperiencia  me dejė llevar por la sutileza de tus enmarañadas destrezas. Manipulado, como incauta marioneta, me manejaste a tu capricho y conveniencia. Ahora, despierto del largo letargo al que me sometiste, te veo caer al abismo de la locura, en el que tus propios engaños y enrevesadas artimañas justamente te precipitan.

ABISMO I


Todo comenzó con unos whatsapp anónimos y muy sugerentes... Lo que empezó por la desidia y el aburrimiento al que lleva una vida estable y tradicional se convirtió  en unas  enormes ganas de vivir y de levantarme todas las mañanas ilusionada por ver el móvil. Los mensajes subieron de tono y me lancé a la aventura de quedar con un extraño en un hotel para recuperar aquella locura de juventud.

Emoción, excitación y miedo todo al mismo tiempo ante la habitación 513. Un abismo se abrió bajo mis pies al encontrar a mi marido tras la puerta.

Autora: Teresa Armida





ABISMO II


Pretendía dar un poco de emoción a nuestra vida sexual. Utilicé un móvil retirado de la empresa para mandar un mensaje erótico a mi señora. Imaginé que al llegar a casa me lo contaría pero al no hacerlo se me empezaron a despertar unos celos insanos. Cada día subía más  la temperatura de los textos. Chateabamos a todas horas y empecé a presionarla para conocernos. Me daba largas una y otra vez como amante pero me seguía tratando igual como esposo. Un día accedió a verme en un hotel... esperé tras la puerta de la habitación 513 deseando con toda mi alma no verla entrar.

!Dios como en tembló el suelo al abrirse el abismo¡

Autora: Teresa Armida

martes, 17 de febrero de 2015

LA HERIDA ABIERTA






Guardo en mi interior aquellos años de destrucción.
No eran un descenso a los infiernos, al contrario, era un penoso ascenso por una cuesta cada vez mas inclinada, mas dolorosa, por el que se me iban las fuerzas y el aliento. No ví otro camino, solo la dura subida.
Un dia llegue a la cima y ahi habia un abismo ante mi. No habia vuelta atras, solo dejarme caer y descansar.
Cuando mi cuerpo se impulsaba, tu tiraste de él, me agarraste, y me ofrecistes valles ondulados y suaves por donde pasear.
Guardo en mi interior la vista del abismo para no olvidar.


Autora: Ana Verónica 

jueves, 12 de febrero de 2015

ABISMOS

Me marché. Atrás quedaron al menos  veinte años de tiempo compartido. Necesitaba creer en una  nueva promesa de magia, más pasión y bailes a la luz de la luna. Pero cuando danzaba arrullada por la noche y las nuevas caricias, allí arriba, en el astro, reconocí el abismo de tu rostro.

 

martes, 10 de febrero de 2015

Retomamos la escritura de  microrrelatos de ochenta palabras. El tema para esta semana es ABISMO.

28 de Enero de 2015 Presencias Literarias con Pilar Eyre en la Universidad de Huelva. Asistimos a la presentación de su novela "Mi color favorito es verte" finalista del Premio Planeta 2014.