Aún estaba medio dormida cuando escuchaba como el cartero deslizaba el correo bajo la puerta. Corriendo me levantaba con la esperanza de recibir tu carta. Qué ilusión cuando veía el sobre con tus inconfundibles diminutas letras. No lo abría de inmediato, me gustaba saborear aquel momento. Te imaginaba escogiendo las palabras adecuadas, aquellos "te quiero, besos y más besos". Me pregunto, si disfrutarán esa misma sensación los enamorados de ahora, cada vez que suena el característico politono del constante whatsapp.
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