Visitas

jueves, 12 de diciembre de 2013

LA FORTUNA DE HABERTE CONOCIDO




Un día me llamaste, me sonreíste y me llevaste de la mano. A tu lado conocí la acuarela azul y rosada de los amaneceres, el aroma evocador de lluvia y tierra, el olor envolvente a  frío y cenizas. Contemplamos juntos las viajeras nubes, los atardeceres pincelados de oro y malva, los regueros de una tormenta de verano. Nos miramos en los charcos, paseamos calles entre tejados y chimeneas... Me queda la fortuna de haberte conocido, ahora que te has ido.

2 comentarios: