Siento los golpecitos sobre tu delicado pecho, primero alborozados después lentamente acompasados y rítmicos. Llegas a mi con la seguridad de tus mejillas rosadas, tu boca entreabierta por un suspiro robado al corazón. Emanas una suave fragancia que todo lo inunda. Estás a mi lado y no te miro. Y se que después me hablarás y reirás y volverás a ser la misma. Pero para mi los retazos de tu genuino ser han quedado para siempre impregnados en mi memoria.
ABANICO
ResponderEliminarTorbellino de sensaciones. Aromas de otros tiempos. Lenguaje arcaico de amores y desamores. Tardes de canícula. Colorido huracán que despeja los malos pensamientos y que arranca un suspiro. Arte, salud, ímpetu y sofocos.
En el silencio de la siesta, cantan las chicharras y chocan las barillas.
Tris tras, tris tras, racatacata... llega la noche y no refresca...
Tris tras, racatacata mi hombre está al llegar, ansío su olor....
Racatacata, tris tras... mi amado conmigo está